Abrir la ventana, respirar hondo, llenarme de recuerdos: los paseos por Kyoto, las grullas de papel de Hiroshima, las luces de Tokyo... imágenes, aromas, colores... tengo un rostro de muñeca en la mente, coser, recortar, bordar... se llama Lolita Glamour: es mi primer broche. Cómo llamar a esto que mueve mis manos hacia algo nuevo, un impulso, un latido: es algo muy dentro, esencial, hondo... parecido al escenario, pero en pequeño, íntimo. ¿Cómo llamarlo? A mi mente vienen muchas palabras, pensadas, discernidas... No, no es eso. Una mañana me levanto y digo: Kokoro! Eso, como un latido, espontáneo. Kokoro, en japonés, significa todo eso y mucho más. Kokoro es el corazón, la esencia de las cosas, el alma. Se llamará KOKORO, mi pequeño latir, a solas, sin público.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Para las amantes de las muñecas
Para las amantes de las muñecas el genial vídeo y la maravillosa voz de Eliza Rickman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario